Los profesionales del mundo de la construcción saben mejor que nadie que si los pilares no son sólidos, el edificio se vendrá abajo. Y eso parece que va a ocurrir con el precio de la vivienda. Su sostén, el suelo, ha sufrido un desplome de sus precios del 59,1%durante el último año, según los datos oficiales del extinto Ministerio de Vivienda.