Las nuevas hipotecas concedidas para adquisición de casa se han convertido en toda una especie en extinción (-42% en junio). Según muchos, porque las entidades financieras han ‘cerrado el grifo’. Algo que, sin embargo, niegan rotundamente fuentes bancarias que trabajan a diario sobre el terreno. “Si no se piden hipotecas, ¿cómo se van a dar?”, declaran en su defensa.